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lunes, 7 de marzo de 2011

El arte del gato





Existió en Japón un samurai llamado Shoken, el cual continuamente era molestado por una rata furiosa que vivía en su casa. La rata era tan temeraria que salía de su escondite aún durante el día, haciendo toda clase de estropicios. Shoken hizo que su gato favorito fuera por ella, pero esta rata no era igual a las demás, y después de derrotar al gato, escapó dando chillidos. El espadachín entonces solicitó la ayuda de algunos gatos vecinos, cuya habilidad y valentía para cazar ratas eran notables. Todos juntos fueron soltados contra la rata, pero ésta, agazapada en un rincón, los miró aproximarse y furiosamente los atacó uno tras otro. Los gatos, aterrorizados, emprendieron la retirada.
Desesperado, el maestro trató de matar a la rata por él mismo y tomando su espada de madera, fue por la ella, pero cada esfuerzo del experimentado espadachín era infructuoso, pues la rata evadía su espada tan ágilmente que parecía volar por los aires como un pájaro. Antes que Shoken pudiera seguir sus movimientos, la rata ya había dado un brinco portentoso sobre su cabeza. Sudando copiosamente el espadachín finalmente decidió darse por vencido en la cacería.

Como último recurso, envío por un GATO vecino, ampliamente conocido por su misteriosa virtud como el más hábil caza-ratas. El GATO no parecía de ningún modo ser especialmente diferente de los otros gatos que habían sido invitados para combatir a la rata. Aun no creyendo en el GATO, el espadachín le permitió ir al cuarto donde se encontraba la rata. El GATO fue quieta, lenta y sigilosamente, como si no estuviera enterado de las escenas inusuales que habían tenido lugar en el cuarto. La rata, sin embargo, ante su proximidad y extremadamente aterrorizada, permaneció inmóvil y estupefacta en un rincón. El GATO casi descuidadamente fue por la rata y volvió trayéndola por el cuello.

Esa noche, todos los gatos que habían participado en la cacería de la rata, tuvieron una gran sesión en casa de Shoken, y respetuosamente pidieron al gran GATO que tomara el sitio de honor. Le hicieron profundas reverencias y dijeron: “Todos nosotros somos notables por nuestro valor y astucia, pero nunca creímos que pudiera haber tan extraordinaria rata en el mundo. Ninguno de nosotros pudimos hacer nada contra ella hasta que tu llegaste; ¡y que fácilmente te llevaste la tarde!. Queremos que divulgues tus secretos para nuestro beneficio, pero antes, permítenos mostrar cuanto sabemos cada uno de nosotros acerca del arte de cazar ratas”.

El gato negro vino al frente y dijo: “Yo nací en una familia reputada por su habilidad en el arte. Desde mis primeros días, me he entrenado con vistas a convertirme en un gran caza ratas. Puedo saltar sobre obstáculos de más de dos metros de alto; se como deslizarme a través de agujeros pequeños por donde solo cabe una rata. Soy diestro en ejecutar toda clase de acrobacias. Soy tan astuto que hago que las ratas piensen que duermo, pero se como golpearlas tan pronto como están a mi alcance. Aún las que corren sobre las vigas, no pueden escapar de mí. Es realmente una deshonra que me haya retirado esa rata vieja hoy”.

El GATO, gran veterano dijo: “Lo que has aprendido es la técnica del arte, tu mente está siempre consciente de planear como combatir al oponente. La razón por la cual los antiguos maestros desarrollaron la técnica, es para familiarizarnos con el método apropiado de realizar el trabajo, y el método es naturalmente simple y efectivo, incluyendo todos los puntos esenciales del arte. Aquellos que siguen al maestro fallan en alcanzar su principio por estar tan ocupados en mejorar sus destrezas técnicas y habilidades manipuladoras. El fin es alcanzado, y la destreza logra su más alta eficiencia, pero ¿cuanto vale todo eso? La destreza es una actividad de la mente, no hay duda, pero debiera estar en concordancia con EL CAMINO. Cuando éste último es menospreciado y solo la destreza está en la mira, hay desarmonía y se está propenso a la derrota. Esto debe ser muy bien recordado en el arte del combate”.

El gato tigre avanzó al frente y expresó su punto de vista así: “Para mi, lo que es importante en el arte del combate es el espíritu (Ki); yo me he entrenado mucho en su cultivo y desarrollo. Estoy ahora en posesión d un espíritu muy fuerte, el cual llena totalmente el cielo y la tierra. Cuando enfrento a un adversario, mi imponente espíritu está sobre él, y la victoria es mía, aún antes de empezar el combate. No tengo un esquema consciente de como utilizar ciertas habilidades técnicas, pero ellas vienen a mí espontáneamente, de acuerdo a los cambios en la situación. Si una rata se encuentra corriendo sobre una viga, yo solo la miraría intensamente con todo mi poder espiritual, y ella es seguro que caería por sí misma de la altura y sería mi prisionera. Pero esa vieja y misteriosa rata se movía libremente sin emitir ninguna sombra. La razón me abandona”.

La réplica del gran GATO fue así: “Tu sabes como sacar lo máximo de tus potencias psíquicas, pero el simple hecho de que seas consciente de ello, trabaja contra ti; tu fuerte psique se mantiene opuesta a la de tu adversario, pero tú nunca estarás seguro de que la tuya sea más fuerte que la de él, por esto es que siempre hay una posibilidad de que la tuya sea superada. Tú podrás sentir que tu psique activa y vigorosa llena todo el universo, pero ésta no es el espíritu real, no es más que su sombra imagen. Esto puede semejarse al Kosen no Ki de Mencio (hao-jan chi ch´i), pero en realidad no es tal. El Ki de Mencio, como sabemos, es brillante y luminoso, y por esta razón lleno de vigor, mientras que el tuyo gana vigor de acuerdo a condiciones. Debido a esta diferencia de origen, hay una diferencia en su operación. Uno es un gran río de flujo incesante, mientras que el otro es una corriente de temporal después de una intensa lluvia, pronto agotada cuando se encuentra con una arremetida impetuosa de otra fuerza más poderosa. Una rata desesperada a menudo resulta más fuerte que el gato atacante. Si la rata ha sido arrinconada, el combate será para ella de vida o muerte y a una víctima desesperada no le importa escapar ilesa. Su actitud mental desafiará cualquier posible daño que le pueda sobrevenir. Su ser completo encarará al Ki en combate, y ningún gato puede vencer su resistencia semejante al acero".

El gato gris avanzó ahora cautelosamente y dijo : "Como tu nos dices, una psique aunque fuerte, está siempre acompañada de su sombra, y es seguro que el enemigo tomará ventaja de esta sombra, aún cuando pueda ser el más débil de todos los enemigos. Yo me he disciplinado por mucho tiempo en este camino: no intimidar al enemigo, no forzarlo a combatir, más bien, asumir una actitud dócil y conciliatoria. Cuando el enemigo se siente fuerte, yo simplemente aparento docilidad y persigo sin descanso sus movimientos. Actúo como la cortina abandonada a la presión de una piedra arrojada contra ella. Aún ratas fuertes no encuentran medios de derrotarme. Pero con la que acabo de lidiar hoy, no tenía paralelo, rehusó someterse a mi arrollador poder psíquico, y no fue tentada por mis manifestaciones de psique dócil. Fue la criatura más misteriosa, parecida a la cual yo nunca he visto otra en mi vida".

El gran GATO viejo contestó : "Lo que llamas psique dócil no está en armonía con la NATURALEZA; es de manufactura humana, es una invención preparada por tu mente consciente, Cuando tratas por estos medios de aplastar la psique positiva, impetuosa y atacante de tu oponente, el podría ser lo suficientemente rápido como para detectar cualquier signo de vacilación psíquica que pudiera aparecer en tu mente, Así, la psique dócil artificialmente evocada, produce un cierto grado de enturbiamiento y obstrucción en tu mente, lo cual de seguro interferirá con la agudeza de tu percepción y la agilidad de tus acciones, por eso es que la NATURALEZA se siente impedida de proseguir sus movimientos originales y espontáneos. Para hacer que la NATURALEZA muestre su misteriosa forma de llevar a cabo las cosas, es necesario suprimir todo pensamiento propio, toda invención y toda acción; permite a la naturaleza seguir su propio camino, permítele actuar como si la sintieras en ti y no habrá sombras, ni signos, ni indicios por medio de los cuales puedas ser sorprendido; así, no habrá enemigo que se te se pueda oponer con éxito”.

“No estoy diciendo, sin embargo, que la disciplina que cada uno de ustedes ha seguido por tanto tiempo, haya sido sin propósito. Después de todo el CAMINO se expresa a través de sus propios vehículos. Los planes o designios técnicos, mantiene la RAZÓN en ellos, el poder espiritual es operativo en el cuerpo y cuando está en armonía con la NATURALEZA, actúa en perfecto acuerdo con los cambios ambientales. Cuando una psique dócil es así sostenida, permite que uno pueda dejar de luchar en el plano de la fuerza física y enfrentar con éxito aún a las rocas. Pero hay una consideración esencial, la cual si no es tomada en cuenta, es seguro que trastorne todo. Ésta es: no acariciar ni aún la más pequeña manchita de pensamiento auto consiente. Cuando ésta está presente en sus mentes, todos sus actos se vuelven auto-voluntarios, mañas diseñadas por los humanos, las cuales no están de conformidad con el CAMINO. Es así que la gente rechaza doblegarse a sus técnicas y amagos y establece en su contra una psique antagónica. Cuando ustedes están en el estado de mente conocida como 'no-pensamiento” (mushin), actúan en unión con la NATURALEZA, sin recurrir a ningún invento artificial. El CAMINO, sin embargo, está por encima de cualquier limitación, y toda esta plática esta lejos de ser exhaustiva, por lo que al CAMINO de refiere".

"Hace algún tiempo, hubo un gato vecino mío, el cual se pasaba todo su tiempo durmiendo, sin mostrar el menor signo de poder espiritual animal, más bien parecía una estatua de madera. Nadie lo vio jamás atrapar una sola rata, pero por donde él merodeaba, ninguna rata se atrevía a aparecer. Una vez yo lo visité y le pregunté la razón de ello. No me contestó. Repetí mi pregunta hasta cuatro veces, pero permaneció en silencio. No era que no quisiera responderme, sino que en verdad no sabía que o como contestarme. Así note, que quien sabe, no pronuncia una sola palabra; mientras que quien habla no sabe nada. Este viejo gato era olvidadizo no solo de sí mismo, sino de todas las cosas que a él concernían; estaba en el más alto estado espiritual de no-propósito. El fue un gato que alcanzó el estado de guerrero divino y no mataba. Yo no puedo ser comparado con él”.

Continuó el GATO; "Bien, yo soy solo un simple gato, las ratas son mi alimento y ¿cómo puedo saber acerca de asuntos humanos? Pero si me permiten decir algo más, deben recordar que el arte de la espada es un arte que se realiza en el momento crítico de la RAZÓN de la vida y la muerte, y no significa solamente vencer a sus oponentes. Un samurai debe tener siempre presente este hecho y disciplinarse tanto en una cultura espiritual, como en las técnicas de la espada. Por tanto, primero que nada debe tener una penetración de la RAZÓN de la vida y la muerte, cuando su mente esté libre de pensamientos egoístas. Habiendo alcanzado esto, ya no abrigará dudas ni se distraerá con pensamientos inoportunos; no calcula ni reflexiona; su ESPÍRITU está sereno, dócil y en paz con lo que lo rodea; tiene una mente serena y vacía; y así, está en posibilidad de responder libremente a los cambios que tengan lugar de un momento a otro en el ambiente que lo rodea. De otro modo, cuando un pensamiento o deseo se agita en su mente, el evocará a un mundo de formas; hay 'YO' y 'NO-YO', y las contradicciones se continuarán. A medida que esta oposición sigue, EL CAMINO se encuentra restringido y bloqueado; sus actividades libres se hacen imposibles. Su ESPÍRITU es ahora empujado a la oscuridad de la muerte, al mismo tiempo que pierde su nativa y misteriosa brillantes. ¿Como espera en tal estado mental triunfar y como arriesga así su destino contra el oponente? Aún cuando salga victorioso, no será más que un accidente y decididamente contra el espíritu de la espada”.

“Por un 'no-propósito', no debe entenderse meramente la ausencia de cosas donde el vacío de la nada prevalece. EL ESPÍRITU es por naturaleza sin forma, y ningún objeto debe ser albergado en él. Cuando algo es conservado ahí, su energía psíquica pierde su balance, su nativa actividad se restringe y ya no fluye con la corriente. Cuando la energía es anclada, hay mucha en esa dirección, mientras que en otra dirección hay carencia de ella. Donde hay mucha, sobre-fluye y no puede ser controlada; donde hay poca, no recibe suficiente alimentación y se consume. En ambos casos, se es incapaz de enfrentarse con las siempre cambiantes situaciones. Pero cuando prevalece un estado de no-propósito (el cual es también un estado de no-pensamiento) EL ESPÍRITU no conserva nada en él, ni es enviado en ninguna dirección; trasciende sujeto y objeto; responde naturalmente con la mente vacía a las vicisitudes ambientales y no deja huellas. Tenemos en EL LIBRO DE LOS CAMBIOS (I CHING): ‘En él existe un no-pensamiento, un no-hacer (o no-desear), absoluta quietud y no movimiento; pero él siente, y cuando actúa, fluye a través de cualquier objeto o evento del mundo. Cuando esto es entendido en conexión con el arte de la espada, uno está más cerca del CAMINO”.

Después de escuchar atentamente la sabiduría del GATO, Shoken hizo esta pregunta: “¿Que significa 'no hay sujeto ni objeto'?”.

Respondió el GATO: “Debido a que existe el YO, existe el ENEMIGO; cuando no hay YO no hay ENEMIGO. El ENEMIGO significa una oposición tal como la de que la hembra es lo opuesto al macho, o que el fuego lo es del agua. Cualquier cosa que tenga forma, existe necesariamente en oposición de algo. Cuando no hay signos (de pensamiento en movimiento) agitándose en tu mente, no tienen allí lugar conflictos de oposición, uno tratando ser mejor que otro, y esto es conocido como el estado de 'ni ENEMIGO ni YO'. Cuando además la mente misma es olvidada junto con los signos (de pensamiento en movimiento), uno disfruta de un estado de no-hacer en absoluto, se encuentra en un estado de perfecta y quieta pasividad, está en armonía con el mundo, es uno con él. Mientras el estado ENEMIGO-FORMA deja de existir, uno no es consciente de ello, pero no puede decirse que esté enteramente inconsciente de lo mismo. La mente está purificada de todo movimiento de pensamiento y así uno actuará solo cuando haya una inspiración (desde EL INCONSCIENTE)”.

“Así, cuando tu mente está en un estado de no-hacer absoluto, el mundo se identifica contigo, lo cual significa que no eliges entre correcto e incorrecto, simpatía y antipatía, y estás por encima de cualquier forma de abstracción. Tales condiciones como placer o dolor, ganancia o pérdida, son creaciones de tu propia mente. El universo completo, en verdad no debe ser buscado fuera de LA MENTE. Un antiguo poeta cantó: “Cuando hay una partícula de polvo en tu ojo, el mundo tridimensional se convierte en un sendero angosto; mantén tu mente completamente libre de objetos - y ¡cuanto se expandirá esta vida!”- Cuando una partícula de arena, aunque pequeña, entra en el ojo, no podemos mantenerlo abierto; el ojo puede ser comparado con LA MENTE, la que por naturaleza es brillantemente luminosa y libre de objetos. Pero tan pronto como un objeto entra en ella, su virtud se pierde. Se dice nuevamente que: “cuando uno es rodeado por un enemigo - cientos de miles de veces más fuertes - esta forma (conocida como mi YO) puede ser convertida en pedazos, pero LA MENTE es mía y con ella, ningún ejercito, por muy poderoso que sea, no tiene nada que hacer”. Dice CONFUCIO: “Aún un hombre ordinario de la calle no puede ser privado de su propia voluntad'. Sin embargo, cuando la mente está confundida, se convierte en su propio enemigo”.

“Esto es todo lo que yo puedo explicar aquí, la tarea de un maestro, no puede ir más allá de transmitir técnicas e ilustrar las razones para ello. La verdad es auto-alcanzable, es transmitida de mente a mente; ésta es una transmisión especial lejos de cualquier enseñanza. No hay aquí desviaciones voluntarias posibles de la enseñanza tradicional. Aún el maestro es impotente a este respecto. Y no está esto confinado al estudio del ZEN. Desde el entrenamiento mental iniciado por los antiguos sabios, hasta las variadas ramas del arte, la auto-realización es la idea fundamental de todas ellas, y ésta es transmitida de mente a mente”.

“Lo que se transmite con la enseñanza, es conocer lo que tiene dentro de uno mismo. No hay transferencia de secretos de maestro a discípulo. La enseñanza no es difícil, escuchar tampoco es difícil, pero lo que sí es realmente difícil, es hacerse consciente de lo que se tiene en uno mismo y poder utilizarlo como propio, lo cual es el SATORI. El SATORI, es un despertar de un sueño. El despertar, la auto realización y el ver dentro nuestro propio ser son todos sinónimos”.






(1) De un viejo libro de Kenjutsu, probablemente escrito por los primeros maestros de la escuela Ittoryu, la cual fue fundada por Ito Kagehisa en el siglo XVII.




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