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jueves, 8 de marzo de 2012

YABUSAME



Yabusame es un tipo de tiro con arco a caballo de tradición japonesa. En esta especialidad un arquero montado en un caballo lanzado al galope dispara sucesivamente tres flechas especiales con "punta en forma de nabo" a tres blancos de madera.
Los orígenes de este estilo de arquería se remontan a los comienzos del período Kamakura. Minamoto no Yoritomo se preocupó ante la falta de habilidad en arquería por parte de sus samurais, por lo que organizó el yabusame como una forma de práctica.
Actualmente, los mejores sitios para presenciar la práctica de yabusame son en Tsurugaoka Hachiman-gū en Kamakura y en el Santuario Shimogamo en Kioto, asi como la practica en Samukawa y en la playa en Zushi, además de otros sitios.
Durante los días 14–16 de septiembre tiene lugar un festival dedicado al Yabusame en el Santuario Tsurugaoka Hachimangu en Kamakura con procesión de carrozas y exhibición de Yabusame. Hay varias escuelas de Yabusame, pero en el presente las principales son Ogasawara y Takeda.
The Japan Equestrian Archery Association




Cuando sobre el siglo XII Japón era gobernado por samurais, se ofrecía el Yabusame a los dioses. Consistía en una competición en la que el arquero montado en su caballo debía disparar tres flechas con un kabura en la punta (una bola), debiendo acertar en tres blancos. La flecha emitía un silbido agudo que era perceptible por el silencio que guardaban los asistentes a estas competiciones. Al llevar plumas de ganso, la flecha parecía más un ave que un arma.




El uso de arcos japoneses se remonta a épocas prehistóricas (período Jōmon). El estilo de arco largo y asimétrico con la empuñadura por debajo del centro surge en la cultura Yayoi (300 a. C. – 300 d. C.)donde los arcos se convirtieron en un símbolo de autoridad y poder. El legendario Emperador Jimmu, quien fuera el primer emperador de Japón, es siempre representado portando un arco.
Hasta el siglo IV el arco era utilizado exclusivamente por guerreros a pie, luego los soldados de elite comenzaron a luchar montados a caballo empuñando espadas y arcos. Hacia el siglo X los samurai realizaban duelos de arquería montados en sus corceles. Estos cabalgaban uno hacia el otro y trataban de disparar por lo menos tres flechas. No era necesario que estos duelos finalizasen con la muerte de un contendiente, siempre que el honor hubiera sido salvado.
Uno de los incidentes más famosos y recordados de arquería japonesa montada ocurrió durante las guerras Genpei (1180–1185), una lucha épica por poder entre los clanes Taira y Minamoto que tendría un gran impacto en la cultura, sociedad y política japonesa. En la batalla de Yashima, los Taira, despues de haber sido vencidos en la batalla, escaparon hacia Yashima y se embarcaron en sus botes. Fueron perseguidos a caballo por los Minamoto hasta que fueron alcanzados cuando se hacían a la mar. Mientras los Taira esperaban a que los vientos les fueran favorables, subieron un abanico en un mástil para ofrecerlo como blanco para aquel arquero del clan Minamoto que le quisiera disparar, en un gesto de caballerosidad entre enemigos. Uno de los samurai Minamoto, llamado Nasu no Yoichi, aceptó el desafío. Se dirigió al mar con su caballo y atravesó el abanico con una flecha. Nasu ganó mucha fama y su destreza es aún recordada y celebrada en la actualidad.
Durante el período Kamakura (1192–1334), la arquería montada fue utilizada como ejercicio de entrenamiento militar de los samurai. Aquellos arqueros que no demostraban poseer habilidad suficiente podían ser inducidos a realizar seppuku (suicidio ritual).

El arco japonés es un arma de gran tamaño, entre 215 y 245 cm, y aunque esto ya es en si muy inusual (solo el viejo longbow ingles se acerca a estas medidas) lo que realmente lo convierte en un arma única es su asimetría ya que la flecha no se coloca en el centro del arco sino, aproximadamente, en el primer tercio inferior de este.
El gran tamaño ayuda a que la maniobra de tensado requiera menos esfuerzo físico y eso permite al arquero armarlo con más facilidad pero sobretodo aguantar más tiempo con la flecha lista incrementando así el tiempo que puede dedicar a apuntar.
La asimetría venía impuesta por la montura ya que con su tamaño si la flecha se colocase en el centro del arco el extremo inferior de este golpearía en el caballo haciendo imposible el disparo.


Un estilo de arquería a caballo fue el inuoumono (dispararle a perros). Los monjes budistas convencieron a los samurai para que las puntas de las flechas estuvieran cubiertas de tal manera que los perros sólo sufrieran rasguños o moretones pero no muriesen. Este deporte no se practica en la actualidad.
El yabusame fue diseñado como una forma de complacer y entretener a los dioses que cuidan de Japón, de alentar sus bendiciones para asegurar la prosperidad de la tierra, las personas, y la cosecha.
La Kabura es el símbolo del sol, la pluma de ganso la tierra y acertar en la diana es símbolo de armonía entre ambas. Los clanes poderosos realizaban competiciones dentro de sus demarcaciones, realizando estas demostraciones siempre en algún lugar cercano a un templo sintoísta.


Un arquero yabusame galopa a alta velocidad por una pista de 255 m de largo. El arquero controla su cabalgadura mediante las rodillas, ya que sus manos las tiene ocupadas en coger las flechas y disparar el arco. Tensar un arco requiere que el arquero realice un contrapeso hacia atrás con el brazo tensador, es decir, mantenerse firme. Las flechas, sin embargo, son relativamente poco letales, por lo que son inútiles en la lucha cuerpo a cuerpo.
Al aproximarse al blanco, eleva su arco y extrae la flecha pasando cerca de su oreja antes de disparar la flecha con un fuerte grito "In-Yo-In-Yo" (oscuridad y luz). La flecha es roma y de punta redonda de manera que produce un sonido más fuerte al impactar sobre el tablero. Los blancos son unas tablas de madera cuadradas. Además de la dificultad de acertar en el blanco, está la de controlar al caballo únicamente con las piernas durante todo el trayecto.
Un inconveniente de los arqueros a caballo era que los movimientos de un caballo corriente pueden alterar la certeza del disparo. Tras la invención del estribo, los arqueros a caballo podían levantarse sobre los estribos para absorber el movimiento del caballo. Otro método para mejorar la puntería del disparo radicaba en realizar éstos en los espacios de tiempo entre las zancadas del caballo.
Toda la ceremonia tiene un aire de solemnidad y unos protocolos a seguir, por lo que no se trata de una competición deportiva sin más, sino más bien de un ritual. A los ganadores se les da una tela blanca, que se colocan al hombro, simbolizando el favor de los dioses. Los clanes poderosos ejercían protectorados en diferentes áreas o gobernaciones feudales, en ellas realizaban competiciones de sus artes marciales, según un antiguo escrito, presentando sus técnicas en honor a los Dioses en un gran Templo Sintoísta.



El ya (flecha) era de bambú y su fabricación culminaba con la colocación de tres plumas de águila o halcón en su cola (en ocasiones se empleaban plumas de cisne o de ganso). Dichas plumas, como ocurre en otras culturas, servían para dar estabilidad al "ya" durante el vuelo y para ello le impriman un giro que podía ser tanto de derecha a izquierda como de izquierda a derecho. Cada "ya" tiene un género (masculinas "ya" se llaman "haya"; femeninas "ya" son "otoya"); creado de las plumas de los lados alternos del ave, "hayaya" giran conforme a las manecillas del reloj y las "otoya" del lado contrario. La "haya" es la primera en ser tirada.
A los arqueros experimentados se les permite utilizar flechas provistas de una punta en forma de horquilla en V. Al golpear el tablero, la misma se deshace en un material granuloso y cae al suelo. El alcanzar los tres blancos se considera un logro admirable. Los blancos de yabusame y su ubicación son diseñados para reproducir de manera ritual el blanco óptimo para un golpe letal en un contrincante que esté vestido con una armadura tradicional samurai completa (O-Yoroi) que solo deja expuesto el espacio por debajo de la visera del casco.
A causa de su estilo solemne y aspectos religiosos el yabusame se caracteriza por ser más un ritual que un deporte, y a menudo es practicado en ocasión de ceremonias especiales o eventos oficiales, tales como agasajos a dignatarios extranjeros y jefes de estado.

Además de ser un arte marcial muy exclusivo, tampoco es facil y el gobierno japones no acepta que se enseñe a cualquier extranjero y menos por dinero, asi que debes encontrar un maestro que acepte a enseñar a cambio del placer de dar con un buen alumno...
...pues resulta que existe un documental que cuenta la historia de Tim Ferris que recibe clases durante cinco días de entrenamiento intensivo en las montañas de Nikko.




"...una piel de dicho animal y marcada para indicar los puntos vitales que debían
alcanzarse, y el tercero consistía en una tabla redonda, rellena y luego cubierta
con una piel fuerte. Hay indicaciones de que estos objetivos eran colgados a
menudo en palos y puestos en movimiento a fin de desarrollar la habilidad de
alcanzar objetivos cuyo movimiento convertía en más elusivos y difíciles de
perforar desde lejos.
El entrenamiento a caballo, naturalmente, era más aristocrático, en naturaleza
y en tradición, que el entrenamiento a pie. Exigía una gran coordinación
para controlar el caballo al galope, lanzando simultáneamente una flecha tras
otra contra una serie de objetivos distintos que podían ser fijos o móviles.
Entre las formas populares de tiro con arco figuranban: tiro contra tres
objetivos (yabusame), tiro contra un sombrero de bambú (kasagake), tiro al
perro (inuoumono), caza del perro (inuoi), caza del pájaro (oitorigari) y la
magnífica caza del ciervo, del oso, etcétera (makigari).
El tiro contra tres objetivos (yabusame) suponía lanzar el caballo al galope
tendido en una dirección preestablecida, disparando al mismo tiempo flechas
contra tres objetivos, constituidos por una tabla cuadrada de 8 cm de espesor
puesta sobre un palo a lo largo del recorrido del caballo. El tiro contra un
sombrero de bambú (kasagate) se efectuaba dentro de los límites de un
recorrido conocido como el camino de la flecha (yado), adecuadamente
vallado y con un estante al final del cual se colgaban sombreros de bambú. Al
jinete se le exigía lanzar su corcel al galope tendido y comenzar a disparar
contra estos sombreros, primero a distancia (tokosagake) y luego de cerca
(kokasagake). El tiro al perro (inuomono) consistía en soltar un cierto número
de perros en una plaza cerrada para después perseguirlos, disparándoles al
mismo tiempo, montando a caballo. Este particular sistema de entrenamiento
evolucionó hacia una lucha ritualizada en la que 36 arqueros montados eran
divididos en tres grupos de 12 jinetes cada uno...."

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