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viernes, 19 de diciembre de 2014

ENSO



El círculo representa en su vaciedad, la absoluta plenitud, simplicidad , integridad, infinidad , perfección de la armonía.


El círculo del sumi, pintado con tinta, o Enso, es un símbolo espiritual de muy profundo significado para muchos religiosos, particularmente para los budistas Zen.
El círculo, según el entendimiento de la tradición del Zen, es una representación de nuestro verdadero ser. Es pintado / escrito en la caligrafía china o japonesa en una forma que no es matemáticamente perfecta. El Enso es pintado por una mano humana, con un pincel, y entonces es perfecto nada más así como es. Guiado en el momento del estado de la mente del pintor – tu puedes pintar un poderoso y bien balanceado Enso solamente si tu mente es limpia y libre de pensamiento e intenciones -. Es el verdadero momento de vaciedad con plenitud. Es el reflejo de tu estado interior de armonía.

Representa los ciclos, las repeticiones, el eterno retorno, la búsqueda del centro, el ciclo infinito de la vida y el universo.
El Enso es pintado (o escrito) en una forma que no es exactamente perfecta desde la perspectiva matemática. El Enso es creado por la mano humana, y por lo tanto es perfecto tal y como es. Realizado por el estado mental del pintor. Se puede pintar un poderoso y bien balanceado Enso sólo si la mente está clara y libre de pensamientos e intenciones. Es el verdadero momento del vacío dentro de la totalidad. Es el reflejo del estado de armonía interna.
Una característica importante del círculo Enso es que nunca es un círculo cerrado. Siempre hay una ligera abertura en algún lugar, indicando que no es algo contenido en sí mismo, sino que en lugar de eso se expande hacia el espacio, hacia el infinito, abarcándolo todo e incluyéndolo todo. Es un círculo que incorpora la armonía completa.

Pero el Enso también es el símbolo de lo visible y lo no visible. Representa el pensamiento no-dual, la unidad, “el Todo es igual que el Uno”. La expresión de toda la mente y la no-mente. Su vacío contiene la totalidad absoluta, la simplicidad, la plenitud, lo infinito, la perfección.
Según la tradición Zen, el Enso es la representación de nuestro verdadero Yo, de nuestro real Ser. 
El Yo es un círculo Enso pintado en el vacío de la no-mente.

El Enso es la imagen del Cielo y de la Tierra, del diario ir y venir, de las estaciones, de la vida; pintado con un rápido trazo; seguro pero humilde; grueso pero lleno de bondad.
Es tan perfecto, que tiene el poder de liberar y transformar al que lo contempla con claridad. Y la sensación que produce es indescriptible. Por eso se le conoce como círculo de iluminación. Solamente el lenguaje poético se puede aproximar a la profunda e inexpresable verdad contenida en el Enso. Meditar sobre estos conceptos y el momento actual de mi vivir te hace consciente y facilita claridad de acción.

Gracias por todo lo que haces Carmen

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