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lunes, 22 de noviembre de 2010

Ikebana




Ikebana, palabra japonesa que significa arreglo floral, es posiblemente una
de las artes tradicionales japonesas que más se practica hoy. Existen numerosas escuelas de Ikebana en todo el mundo. Su origen se remonta al siglo VI y se ha desarrollado a través de la historia hasta nuestros días, favorecida por la sensibilidad y el amor a la naturaleza que sienten los japoneses. El arte del arreglo floral, que en su comienzo se reservaba exclusivamente para los altares budistas, ha logrado actualmente una popularidad que alcanza a miles de diseñadores profesionales y simples aficionados.
El Ikebana se encuentra en todos los aspectos de la vida moderna: la
ventana de la oficina, la sala de conferencias, el escaparate de las
tiendas y la plaza pública. Básicamente, el arreglo floral de Ikebana y
sigue con rigurosidad unas normas fijas: el triángulo como forma
fundamental plástica la representa el Cielo, la Tierra y el Hombre.
El énfasis se pone en la perfección de la línea, en la armonía de colores,
en el espacio y en la forma. Una simple ramita colocada en una línea
bellamente ondulante, puede ser más importante que un gran ramo de flores.
Los arreglos contemporáneos, sin embargo, buscan los nuevos valores
artísticos por encima de los estilos tradicionales.
El Ikebana, hoy día, se convierte en una exposición artística que busca su
inspiración en la naturaleza.

ESCUELA MISHO-RYU: Dentro de las diferentes Escuelas de Ikebana, hay que
destacar sin duda la conocida como “Misho-Ryu”. La Escuela Misho fue fundada a principios del año 1800 por Ippo Mishou-sai. La palabra “Misho” quiere expresar ese elemento anterior a la vida, es decir, el origen y la fuente de lo que será posteriormente la existencia del ser.
Para el Primer Gran Maestro Ippo Mishou-sai, esa fuente anterior a la
existencia era el universo o cosmos. Según esto, fue reflexionando acerca
de las ideas del cielo y de la tierra, del “In” (Ying) y del “You” (Yang)
tomado de la filosofía china, de la vida y la muerte, para poder alcanzar
de esta manera la esencia del universo y reflejarlo en el Ikebana. A partir
de ellas, estableció la forma definitiva de su estilo en las tres ideas del
cielo, la tierra y el hombre (Ten-Chi-Jin).
De esta forma, Ippo Mishou-sai desarrolló y consolidó la teoría del “Kado”
(camino de las flores) y la estructura de la composición floral. Por tanto,
podemos decir que dicha teoría del “Kado” supone una filosofía basada en
una recopilación de la filosofía china, el confucionismo, el taoísmo y el
budismo Zen. La Escuela Misho busca por medio del Ikebana, encontrar el
camino del propio entendimiento espiritual, aspirando a la liberación de
todo aquello que perturbe al alma y llegar a la consecución de la verdad.

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