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sábado, 19 de marzo de 2011

Miyamoto Musashi





Su nombre era Shinmen Musashi No Kami Fujiwara No Genshin, o Shinmen Musashi, como él mismo firmó sus escritos. Los japoneses también lo llaman “Kensei”, “el espadachín divino”. Pero la historia recuerda al que sin duda es el samurai más famoso de todos los tiempos como Miyamoto Musashi.

Probablemente nació en 1584, en la población de Miyamoto, provincia de Mimasaka. Los ancestros de Musashi eran una rama del poderoso clan Harima, originario de la provincia de Kyushu, la isla más meridional de Japón. Su abuelo, Hirada Shokan, era un servidor de Shinmen Iga No Kami Sudeshige, amo del castillo de Takeyama y un importante señor feudal de la época.
Cuando Musashi tenía siete años de edad, su padre, Munisai, murió o desapareció (no se sabe exactamente). Ya que su madre había fallecido tiempo atrás, el chico fue puesto bajo la tutela de un sacerdote, tío materno suyo. Con esto, encontramos a Musashi como huérfano durante la época de las campañas de unificación del país del Taiko Hideyoshi. Hijo de samuráis, durante una de las épocas más violentas de la historia de Japón, los escritos le describen como un joven de carácter tumultuoso, con gran fuerza de voluntad, y físicamente muy desarrollado para su edad. Su tío insistió en que estudiase las artes del guerrero, y esto, unido a su desarrollo físico y su carácter violento, hizo que pronto se viese involucrado en combates. Se guarda registro de una lucha en la cual derrotó y mató a un guerrero adulto, teniendo tan solo trece años de edad. Su oponente era Arima Kigei, un experto samurái de la escuela de artes marciales Shinto. Musashi le lanzó a tierra y acabó con él golpeándole la cabeza con un palo cuando intentaba levantarse.
El siguiente combate serio acerca del que se tiene constancia ocurrió cuando Musashi tenía 16 años, y en él derrotó a Tadashima Akiyama. En la misma época abandonó su casa para comenzar un peregrinaje en el cual perfeccionó sus habilidades a través de numerosos combates, tanto en luchas individuales como en batallas. Finalmente se asentó cuando tenía 50 años, ya que consideró haber aprendido todo lo que podía aprender a base de vagabundear. En ese periodo de la Historia de Japón hubo muchos guerreros embarcados en peregrinajes similares, algunos en solitario, como Musashi; otros bajo el patrocinio de alguna escuela de lucha o algún señor feudal.
Durante todo este periodo de su vida, Musashi se mantuvo relativamente aparte de la sociedad, dedicándose exclusivamente a la búsqueda de iluminación a través del Camino de la Espada. Dedicado solamente a perfeccionar sus habilidades, vivió de una forma bastante precaria, vagabundeando por el país y durmiendo al raso en lo más frío del invierno, sin preocuparse de su aspecto físico, ni tomar esposa, ni dedicarse a ninguna profesión, aparte de su propio estudio.
En la batalla de Sekigahara, en la cual Ieyasu sucedió a Hideyoshi como máximo dirigente del Japón, Musashi estaba entre las filas del ejército Ashikaga y contra Ieyasu. Es decir, estuvo en el bando perdedor. Sobrevivió no solo a los tres días que duró la batalla, en los cuales murieron alrededor de 70.000 guerreros, sino también a la siguiente caza y masacre de los supervivientes del ejército derrotado.
Después de Sekigahara, decidió partir en Musha Shugyo, un viaje de auto-perfeccionamiento en que los samuráis viajaban de ciudad en ciudad, buscando oponentes fuertes para probar sus habilidades.
El Musha Shugyo de Musashi lo llevó a tener más de 60 combates entre los 17 y 30 años, nunca siendo derrotado. Estas disputas casi siempre se coronaban con la muerte del rival. A los samuráis se les presentaban las artes militares para que se transformaran en buenos estrategas, valientes y aptos para tomar decisiones extremas rápidamente. En guerras y disputas, su actitud era serena, aún frente a la muerte. Aquél que encontraba la iluminación por medio del Kenjutsu desarrollaba una decisión precisa de la realidad, premiada con una conducta digna y honesta. Musashi fue un maestro en el Camino de la Espada. Buscó la perfección en el arte de la espada, hasta que su fama alcanzó las principales cortes de Japón.
A los 30 años, después de vencer a Kojiro Sasaki, considerado uno de los más hábiles samuráis de la época, Musashi pasó por una gran mudanza espiritual. Conforme escribió años más tarde en su obra más famosa, El libro de los cinco anillos, Musashi sentía que venció estos duelos no por haber dominado la estrategia, sino que por ser más fuerte, preparado o simplemente por suerte. Pasa, entonces, a buscar el significado más profundo del Camino de la Espada, que lo lleva a entrar en contacto con otras formas de arte, como escultura, pintura, caligrafía y también meditación Zen. MusashiArt





Fue con 50 años cuando finalmente Musashi alcanzó su objetivo de comprender los principios del camino, conforme escribió en la introducción de El libro de los cinco anillos. Cerca de esta época estableció su estilo, el Niten Ichi Ryu.
En el último período de su vida, Musashi se hizo vasallo del clan Hosokawa, viviendo en el castillo Kunamoto. Dos años antes de morir, Musashi se aisló en la caverna Reigando. Allí escribió el Go Rin No Sho, El libro de los cinco anillos o esferas, donde compiló sus conocimientos en las artes de la espada y de la estrategia. Esta obra es hoy usada por ejecutivos de grandes empresas de Japón para trazar estrategias de mercado y ética de los negocios.
Mitos
          Se ha dicho que Musashi solo usaba una wakizashi y una katana. Esto no es correcto, ya que la mayoría del tiempo Musashi utilizaba dos bokken, ya que por la habilidad que tenía no necesitaba un filo cortante.
          Leyendas dicen que Musashi nunca se bañaba, por miedo a ser atrapado sin sus espadas. Esto es muy poco probable, ya que Musashi era frecuentemente invitado a dojos de maestros famosos y casas de nobles, donde simplemente no aceptarían a alguien en pobres condiciones de higiene.
          Se ha dicho que Musashi creó el estilo de las dos espadas tras ver un duelo europeo en el área de Nagasaki. En esa época, los duelos europeos empleaban una espada larga y una corta, como Musashi hacía.
          Las leyendas dicen que Musashi era zurdo. Para los japoneses el ser zurdo era signo de mala educación, y le obligaban a usar la katana con la mano derecha, y al aprender la técnica decide que, como su mano fuerte es la izquierda y domina la katana con la derecha, que no es su fuerte, puede usar dos al mismo tiempo.
Leyendas
          Según cuentan las historias, un buen día entró un vagabundo con dos espadas de gran calidad en una taberna pidiendo comida. El sujeto apestaba y alrededor suyo revoloteaban tres moscas atraídas por el mal olor que despedía. Al verlo sentado en una mesa, comiendo, dos vecinos del pueblo empezaron a hablar sobre aquel personaje, preguntándose a quién habría robado aquellos aceros, a tacharlo de ladrón y de pordiosero, cuando, en un momento dado y sin mediar palabra, el vagabundo alzó sus palillos en tres suaves y ágiles movimientos haciendo caer a las tres moscas sobre la mesa después de haberlas atrapado con los mismos. Ambos pueblerinos huyeron de la taberna despavoridos, pues, sin duda, ese era Miyamoto Musashi.
          También cuentan las leyendas que Miyamoto Musashi creó una katana, la mejor de todos los tiempos, y que el acero de la espada había sido forjado más de 700 veces para pulir sus imperfecciones.
          Según una leyenda muy difundida, a comienzos del siglo XVII Musō Gonnosuke Katsuyoshi habría creado el jō tras haber sido derrotado en un combate singular por el célebre Miyamoto Musashi; en el que Katsuyoshi luchara con un bō contra los dos bokken de Musashi







Miyamoto, Musashi - El libro de los cinco anillos







Para saber +

El hombre y la obra.pdf

Japon medieval













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