Si, ya se que es mañana, pero seguramente este realizando un ritual purificador por las calles de Logroño, concretamente en la calle San Juan que estará engalanada para la ocasión. Habrá cuentacuentos y magia en la calle...y también pintxos y budo-birras (como dice Guillermo), así que seguramente no tendré ocasión para comentar en este blog. Por si alguien no lo sabe, para la gente que vive en Logroño esta es la calle logroñesa de los pintxos por excelencia, junto con la "Laurel" que es la más turística y visitada. En fin, que hace ya mucho tiempo que no la celebro en mis "galicias" y tengo un poco de morriña siempre por estas fechas, ya que me iba a la playa a celebrarlo con muchas ganas, con mis amiguetes, con las sardinas y después de saltar siempre caía un baño en el Atlántico...ay! que moriñento me pongo...jejeje...asi que:
!!!OS DESEO A TODOS UNAS FELICES NOCHES DE SAN JUAN¡¡¡
En toda Galicia se celebra la “noite de San Xoan”, sobre todo en los pueblos costeros, aunque las fiestas se prolongan por toda Galicia a lo largo de todo el mes de junio.
La noche mágica en la que se juntan el mundo del “más allá” con el nuestro. Este es el momento idóneo para espantar los malos espíritus, hay un dicho gallego que dice, en “San Xoan meigas e bruxas fuxiran”. Según las poblaciones se saltan tres o nueve veces por encima del fuego.
La comida típica de esa noche son “los cachelos” patatas asadas en el fuego con su piel y sardinas asadas.
Los antiguos celtas llamaban Alban Heruin a este festival y su principal significado era el de celebrar el instante en el que el Sol se hallaba en su máximo esplendor, cuando duraba más tiempo en el cielo y mostraba su máximo poder a los hombres, y al mismo tiempo, el día en que empezaba a decrecer en el Solsticio de Invierno. Para conmemorar y al mismo tiempo para atraer su bendición sobre hombres, animales y campos, se encendían grandes hogueras. Este festival se lo asocia a rituales destinados a obtener pareja o a conservarla.
Son innumerables los rituales propios de la Noche de San Juan, que se conmemora la víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno a la glorificación del fuego. De hecho, este es el festival del fuego por excelencia.
Realmente la noche del solsticio es la del 21 de Junio aunque la Iglesia la ha adaptado a la festividad de San Juan.
De igual forma, la presencia del agua es uno de los grandes símbolos de las celebraciones de San Juan que parece no tenerse en tanta consideración y que sin embargo, es una parte esencial de numerosos ritos de esta festividad.
El apelativo de "Verbena" a esta fiesta se lo dio la costumbre practicada en algunos lugares por las jóvenes casaderas de ir a recoger verbena a las doce de la noche en la víspera de San Juan, creyendo que con ello conseguirían el amor del hombre deseado por su corazón.
Otra de la creencias era que la pareja que saltaba unida la hoguera conseguía felicidad y buena fortuna.
Otra de las tantas costumbres es aquella en que las jóvenes arrojan guirnaldas trenzadas por ellas a sus amados a través de las llamas y ellos deben recogerlas antes de que caigan al fuego. Las guirnaldas se guardan como talismanes de buena fortuna y, ocasionalmente, se quemaba alguna cinta en el hogar para procurar protección de sus habitantes y animales.
Algunos grupos para finalizar las ceremonias se introducen entre las olas, comulgando por un corto tiempo con el mar y recibiendo de él toda su fuerza.
Antecedentes paganos a esta festividad es la celebración celta del Beltaine ( significa “fuego de Bel” o “bello fuego”) , que se realizaba el primero de mayo y era un festival anual en honor al dios Belenos. Durante el Beltaine se encendían hogueras que eran coronadas por los más arriesgados con largas pértigas.
Los druidas hacían pasar el ganado entre las llamas para purificarlo y defenderlo contra las enfermedades y rogaban a los dioses que el año fuera fructífero y solían sacrificar algún animal, para que sus plegarias fueran mejor atendidas.
Las fiestas griegas dedicadas al dios Apolo, se celebraban en el solsticio de verano encendiendo grandes hogueras de carácter purificador.
Los romanos, por su parte, dedicaron a la diosa de la guerra Minerva unas fiestas con fuegos y tenían la costumbre de saltar tres veces sobre las llamas y por entonces, se atribuían propiedades medicinales a la hierbas recogidas en aquellos días.